El masaje infantil es una antigua tradición que en muchas culturas del mundo se ha transmitido de madres a hijas y que ha sido redescubierta en Occidente. Muchos estudios de investigación revelan la necesidad del contacto afectivo como parte fundamental de los primeros años de vida, y el masaje infantil es uno de los más agradables, y fáciles métodos para establecer este primer contacto. Sus bases se encuentran en la tradición hindú, el método sueco, la reflexología y la bioenergética suave de Eva Reich. Se trata de un masaje para bebés, que mediante el tacto en el cuerpo, ayuda a que éste se relaje y se beneficie psicológica y físicamente en todo su organismo, favoreciendo su desarrollo. El tacto es un poderoso medio para el desarrollo fisiológico, psicológico y emocional del bebé. Es un nutriente que beneficia tanto al bebé, como a los padres y madres y/o personas más cercanas a él, estimulando y fortaleciendo los vínculos afectivos y la escucha mútua.
El masaje infantil es una técnica sutil, tierna y agradable, que por medio de la estimulación táctil nos permite comunicar de una forma intensa con el mundo corporal y emocional del niño. Es el arte de la comunicación a través de las miradas, las sonrisas, el contacto, las palabras, el juego, … que nos acercan a nuestro bebé tan único.